Condename, que es lo que me hace falta.
Ultrajame, que es lo que necesito.
Que todo lo que no me carcome me mata.
Que todo lo que no resolví ya no es mito.
Cortame, que es tu función como puñal.
Eliminame, que es lo que todos queremos.
Porque el juego de mi pasión es un mal
y en definitiva, ella y yo de hambre moriremos.
Pero antes de condenarme y de ultrajarme,
antes de cortarme y de eliminarme,
Mirame a los ojos, y decime si podés.
Asegurame que mis lágrimas no vendrán después.
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