martes, 29 de junio de 2010

Fue difícil

¿Qué tan libres somos si en realidad no hacemos lo que queremos cuando, tranquilamente, podríamos?
¿Qué tan libre sos si te decís que sí cuando corresponde un no y si te decís que no cuando corresponde un sí?
¿Qué tan sinceros fuimos cuando nos dijimos chau mientras sabíamos que ansiabamos el hola?
A mí me cansa. Me cansa verte morir cada fin de semana. Me cansa ver que te mentís cada día que continuas esta historia. Me agota verte hacer siempre la misma mierda.
Yo no tengo la culpa de que te guste ser un infeliz. Sí me asumo culpable de nunca habertelo dicho en la cara. Más de uno hubiese querido hacerlo. Todavía quieren. Todavía quiero.
¿Qué silencio guardo entonces?
Lo más difícil no fue escribirlo, sino publicarlo.