La turulla en sí misma es lo que me pasó hoy, mis queridos. Yo hoy les vengo a dar una definición de lo que es, realmente, vivir en la turulla.
Hoy, como todos los últimos cinco días, mínimo, me levanté a las tres y media de la tarde; que a comparación de ayer es bastante temprano, porque ayer me levanté a las cinco y media de la tarde. Pero ayer era domingo.
En fin, me levante, me preparé unos mates, me comí una especie de barrita de cereal, porque realmente no tenía hambre y continué con la tarea que predomina, desde el lunes pasado, en mi vida —hasta que arranque con la otra vida y se enmarañen las dos y den vueltas por el piso y se revoleen, ¿no?-—. Trabajar en el puesto de manager adhonorem para una banda under de rock; cosa que disfruto mucho, debo decir.
Alrededor de las once y media de la noche, me dí cuenta de que no solo había estado encerrada en mi pieza desde aquellos mates, ni tampoco de que para ese momento de revelación yo vestía únicamente una bombacha; sino que además, no había comido nada en todo ese tiempo.
Lo bueno de la turulla es que en algún momento te brinda dos segundos de rescate.
Hoy, como todos los últimos cinco días, mínimo, me levanté a las tres y media de la tarde; que a comparación de ayer es bastante temprano, porque ayer me levanté a las cinco y media de la tarde. Pero ayer era domingo.
En fin, me levante, me preparé unos mates, me comí una especie de barrita de cereal, porque realmente no tenía hambre y continué con la tarea que predomina, desde el lunes pasado, en mi vida —hasta que arranque con la otra vida y se enmarañen las dos y den vueltas por el piso y se revoleen, ¿no?-—. Trabajar en el puesto de manager adhonorem para una banda under de rock; cosa que disfruto mucho, debo decir.
Alrededor de las once y media de la noche, me dí cuenta de que no solo había estado encerrada en mi pieza desde aquellos mates, ni tampoco de que para ese momento de revelación yo vestía únicamente una bombacha; sino que además, no había comido nada en todo ese tiempo.
Lo bueno de la turulla es que en algún momento te brinda dos segundos de rescate.