miércoles, 30 de junio de 2010

Campos de frutillas

...Y monas vestidas de seda.
Felices seis años.

Encontré otro porqué

Dijo que a veces soy como de ácido. Efervescente y golpeador. Pero de esos golpes que no son como piñas.

martes, 29 de junio de 2010

Fue difícil

¿Qué tan libres somos si en realidad no hacemos lo que queremos cuando, tranquilamente, podríamos?
¿Qué tan libre sos si te decís que sí cuando corresponde un no y si te decís que no cuando corresponde un sí?
¿Qué tan sinceros fuimos cuando nos dijimos chau mientras sabíamos que ansiabamos el hola?
A mí me cansa. Me cansa verte morir cada fin de semana. Me cansa ver que te mentís cada día que continuas esta historia. Me agota verte hacer siempre la misma mierda.
Yo no tengo la culpa de que te guste ser un infeliz. Sí me asumo culpable de nunca habertelo dicho en la cara. Más de uno hubiese querido hacerlo. Todavía quieren. Todavía quiero.
¿Qué silencio guardo entonces?
Lo más difícil no fue escribirlo, sino publicarlo.

lunes, 28 de junio de 2010

Triángulo

Nos vamos pasando el mensaje.
Así soy yo, gritó un cuarteto entero.

Otro porqué más

Uno es mi responsabilidad y el otro es mi vagabundancia.

En el momento oportuno

Empieza aquel a decirme lo que ya habíamos dicho.
Habla aquella que podría complementarlo.
Ambos gritan lo que quisieran decir.
Aparece el extraño para verlos morir.

Otro porqué

Quiso escaparme de las letras.

Extracto I

El aire libre, el azul del cielo, la frescura de una tarde de invierno despejada.
Un humo que me recorre hasta escapar en un suspiro.
Pausada pero intensa respiración. Constante. En aumento.
Calor en determinadas extremidades. Calor en el pecho.
Y la ropa en el cuerpo cuan si fueran manos, muchas manos ajenas.

Ahí hay un porqué

Fue la última persona con la que tuve sexo. Y mirá qué bien que me garchó que pasaron dos meses y yo todavía estoy re tranquila.

domingo, 27 de junio de 2010

En la mejilla

Y ahora lo extraño más.

jueves, 24 de junio de 2010

Acá está la piedra

Porque pareciera que le pareció que hacer reir a alguien era bueno y humanamente necesario, un 13 de enero. Pareciera además, que supuso que también era domingo.

¿Y la mano?

lunes, 21 de junio de 2010

Y un tango de sombrero

Cuando quieras nos reimos, corazón.
Cuando quieras, dame un beso, dame un faso, dame un vino.
Dame otro beso en la frente y mordeme los labios al costado de la vía.
Cuando quieras, nos reiremos, corazón.
Cuando quieras.

Númen II

Volviste. Me hablaste. ¿Te despertaste ya? Se notaba tu silencio. ¿Cómo andás? ¿Seguís sin camisa? Hace frío para no tener camisa. ¿Y qué contás? ¿Conservás el salvajismo? ¿Y toda esa mugre? Espero que sí. Te sienta bien la mugre. Me gusta como te queda.
¡Qué bueno es verte de nuevo! La verdad, tenía ganas de que esto pasara. Pero no quería molestarte, verás. Me pareció que darte silencio después de tanto barullo era lo más apropiado. Me pareció, también, que jamás te hubiera importado escuchar mi silencio. Y supuse que te hubiese sido molesto seguir con el barullo entre todo ese griterío. Preferí pausar y esperar a que te levantaras. Claro que, corría el riesgo de que no lo hagas. Por eso me alegro de que estés acá.
No es solo una risa. Pero, si querés, nos reimos cuando quieras.

miércoles, 16 de junio de 2010

Mucho

Te quiero mucho.

lunes, 7 de junio de 2010

Que no vuelva a pasar

Que sea la última vez que yo tenga que abrir los ojos. Que no vuelva a ocurrir eso de que se empapen ciertas pupilas. Que no se repita aquello de que alguien tenga ganas de romperme la cabeza contra un vidrio por tu culpa. Que no vuelva a pasar eso de que todo y nada. No tuve palabras para gritar en el momento. No tuve intención de sacarme los ojos por tu ceguera. Sin embargo, ocurrió que así fue. Y para colmo, minutos antes de que vos lo vieras.
No me interesan tus excusas ni tus perdones. Mejor dejalo ahí. Encerrate en tu habitación. Estás castigado por mí, por vos y por todos aquellos que ven lo que vos no sos capaz de captar.
Consumite en la misma mierda de todos los días. Es cosa tuya.
Pero no te olvides de tragarme viva y comerme cruda. No te pienses insuperable. Vos no sos más que lo que yo quiera que seas. Que eso quede claro. Y que sea la última vez que tenga que decírtelo.

Asumido

Moriré sin decirle que lloré por él.
Morirá sin entender por qué.
Moriremos por separado.
Y, aún muerta, lloraré su muerte.